maría de los dolores de requesens inglés

María de los Dolores (Dolors, Tia Lola) de Requesens Inglés n. 1894 Arenys de Mar (Barcelona), m. 1993 con 98 años. 


Casada con Luis Ibáñez Morlán (n. 1898 en un pueblo minero de La Rioja, m. 23.04.1993 Barcelona).

Se conocieron muy jóvenes y tuvieron 8 hijos: Natividad, Lolita, Matilde, José Luis, Carlos i Luz son los 6 nombres que conozco y quizás los otros 2 les debían perder de pequeños o en el momento de nacer.

Lo que viene a continuación lo he sacado del artículo Memoria de Luz En el osario de Àvila del número 392 de El Viejo Topo de setembre de 2020. En este artículo hablaron del caso de Luz, la hija pequeña de Dolores y Luis, que murió por falta de atención en una prisión de Ávila donde habían cerrado la madre con sus dos hijos pequeños como represalia por no haber podido detener y asesinar a su esposo Luis. Deduzco que toda la información, ha sido elaborada por Luisa María Lanza Ibáñez (nieta), por Miguel Ibáñez (nieto) y el padre de Miguel (José Luis Ibáñez de Requesens, hermano de Luz).

Luis venía de una familia modesta de un pueblo minero de la Rioja. A los quince años inició sus estudios de ingeniero de caminos en Madrid, aunque no pudo continuarlos. Desde 1926 fue técnico de instalaciones de telégrafos. Tres años después ganó por oposición una plaza de jefe de línea de telégrafos. En 1931, estando en Salamanca como jefe de línea provincial, se afilió al PSOE (ya era miembro de las Juventudes Socialistas desde el año 1917) y posteriormente se adhirió a la Agrupación al Servicio de la República. Durante el régimen constitucional del 14 de abril fue miembro del Sindicato profesional de Telégrafos.

En 1935 el matrimonio y sus hijos residían en Ávila. En esta pequeña ciudad castellana nació Luz, la última hija del matrimonio. En Ávila, Luis llevó a cabo una activa labor política como militante de la Agrupación Socialista. Pocas semanas antes del levantamiento militar de julio de ese año, Luis Ibáñez es destinado a la oficina telegráfica de España en Tánger para sustituir el técnico que estaba a cargo de la estación, sospechoso de simpatizar con los militares traidores. El 10 de julio marcha de Ávila, concertando con su mujer e hijos un posterior reencuentro en su nueva residencia. No pudo ser.

A Luis Ibáñez se le encarga mantener en Tánger las comunicaciones entre la ciudad y otros enclaves del norte de África y del sur de España, con varios servicios en defensa de la República en Málaga, Almería y Valencia. Entre los servicios destaca una misión especial en el cuartel general de Los Llanos con los mandos de la aviación rusa. Mientras, su familia en Ávila sufre las consecuencias de la dura represión llevada a cabo por las tropas facciosas.

Al no poder detener y ejecutar Luis en los momentos iniciales del levantamiento militar en el lugar donde se le suponía su residencia, y al constatar su papel en defensa del Gobierno republicano desde su posición de responsable de línea, se tomó la decisión de aplicarle el castigo más cruel, aprisionando a su esposa Dolores y dos de sus hijos de corta edad, Carlos y Luz. Gracias a los contactos y amistades del matrimonio, el resto de sus hijos pudieron encontrar refugio en las casas de algunas familias, tanto en Salamanca como Ávila, mientras su madre estaba en prisión con los dos niños menores.

Luz enfermó y murió por no tener la asistencia médica necesaria. Carlos también estuvo muy grave pero como Lucecita había muerto prácticamente por abandono médico, parece ser que a Carlos le atendieron un poco más y se repuso. Dolores quiso saber dónde estaba su hija pero no pudo obtener ninguna información.

Luz fue trasladada al cementerio de Ávila y enterrada en el suelo el 11 de febrero de 1938 en una sepultura sin féretro, ni lápida ni referencia.

Las gestiones realizadas por su marido desde Tánger para lograr un intercambio de prisioneros a través de la frontera franco-española de Irún, por mediación de la Cruz Roja Internacional, favorecieron que la familia pudiera reagruparse en Barcelona más tarde.

A finales de 1937 Luis Ibáñez recibió en Valencia órdenes de volver a Tánger, vía Marsella, para incorporarse a la estación de radio para mantener contacto con Madrid y Barcelona.

Fue detenido por los militares rebeldes bajo la acusación de "adhesión a la rebelión". Un consejo de guerra lo condenó a la pena capital, que se le conmutó por seis años de prisión gracias al apoyo de algunas personas, entre las que no faltaban las que se habían decantado por el bando sublevado, que reconocieron sus buenas acciones.

Posteriormente, parece ser que al cabo de un año, salió en libertad y volvió a Barcelona, donde se reunió con su familia y sobrevivió realizando trabajos precarios como tantos otros de los vencidos represaliados, hasta que en 1947 fue contratado por la editorial Marcombo como traductor al castellano y revisor de libros de electrónica escritos en inglés, francés y alemán. Así, hasta los 95 años de edad.

árbol genealógico

En casa, la Dolores la conocíamos como la tía Lola. No había ninguna relación entre mi madre y la tía Lola y diría que tampoco entre mi abuela y su hermana. Pensando, siempre lo he atribuido a que se las daba miedo la actitud tan comprometida en defensa de unos valores que eran totalmente opuestos al régimen dictatorial en el que se movían. Esto lo digo yo y lo sostengo porque, cuando alguna vez había salido su nombre en alguna conversación, parecía que no lo teníamos que escuchar, que había algún secreto de familia que era mejor que no nos enteráramos. Si pensamos que la tía Lola fue castigada por no poder detener el tío abuelo Luis, ¿por qué no podían extender las represalias a sus hermanas u otros miembros de la familia? Esto podía haber sido el motivo de alejamiento entre las hermanas. Una sola vez fui a la plaza Artós, donde vivía su hija Nati y ella y algunas hijas habían venido a algún bautizo y quizás alguna vez a casa. Pero, no más. Nati y mi madre se guardaban mucha simpatía pero no tenían una relación continuada. Esto se explica, o lo interpreto, porque las dos tenían muchos hijos y mucho trabajo en casa. También jugaba mucho el carácter poco sociable de mi padre.  

21.06.2012 Esquela Natividad Ibáñez de Requesens